viernes, 24 de mayo de 2013

Sagrada Cena, Jerez



Quizás sea Jerez donde está mejor representado esta importante escena del momento de la Sagrada Cena, al contar con un paso de Misterio, parcialmente, no en su totalidad, por desgracia, realizado por el imaginero de San Roque Luis Ortega Brú. La imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena es de tamaño natural y de candelero. Salió procesionalmente por primera vez en 1967, ya que en abril de ese año citado entregó el artista dicha imagen, siendo bendecido la noche anterior a esa primera salida. En una exposición que realizó en Jerez, en 1969, presentó cuatro Apóstoles de este Misterio. Unos años más tarde, en 1975, entregó tres más. Ortega Brú entregó los apóstoles San Mateo, San Bartolomé (sustituido posteriormente), Santiago el Menor, Santiago el Mayor, San Pedro, San Juan y Judas Iscariote. El artista falleció en noviembre de 1982, por tanto no pudo terminar el misterio al completo. Todas estas imágenes que hizo para este precioso paso de Misterio están catalogadas dentro de su etapa andaluza Esta talla tiene todas las cualidades que el escultor poseía para expresar diferentes de la Pasión de Cristo. La imagen está policromada con unas pátinas las cuales hacían más reales sus esculturas. La expresión del rostro del Señor de la Cena es logradísima y es típica de Ortega. Los ojos son enormes y profundos, muy rasgados, reflejando una honda tristeza y un estado de ánimo premonitorio de los padecimientos próximos.
La talla es de vestir, colocada en pie, en el instante de la institución de la Eucaristía, con el cáliz en la mano derecha y de tamaño natural, sin rasgos de dolor, sino con una gran expresividad en su mirada. En su conjunto, la imagen es netamente moderna, como corresponde a un imaginero de nuestros días. La nariz es recta y larga y los labios son carnosos y amplios. Las proporciones de la talla son equilibradísimas. Los pies son de una gran finura en la ejecución. Las manos, finas y delgadas, nos trae reminiscencia del Greco. Uno de los mechones de pelo cae sobre la frente, haciendo el artista así un alarde de ingenio y buen gusto.
Su policromia de brillo resalta aún más su rostro cansino. Mirada hacia el lado derecho, señalando su mano derecha la mesa donde compartió la Eucaristía con sus doce discípulos y en la mano izquierda portando el cáliz, dándole vida y movimiento a la figura, propio de un barroco depurado. Pelo y barba admirablemente tallados, a base de suaves rizos y ondulaciones muy propias del momento neobarroco que este artista representa, con su característico estilo de doble "S", teniendo un pequeño mechón sobre la frente y uno grande que cae sobre la clavícula del lado derecho. El cuerpo girado hacia un lateral. Destacamos, por último, la perfecta realización de las venas del cuello del Señor, que aparecen exaltadas, transparentándose al exterior, detalle éste que confirma a Ortega como un consumado conocedor de la anatomía humana.
Fuente: http://sagradacenajerez.blogspot.com.es/


Misterio completo




Apóstol

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